Día de la visibilidad lésbica: la historia de Valentina Godfrid y Sofía Elliot y la llegada de su hijo Milo, “el guerrero”

Valentina Godfrid (39) y Sofía Elliot (42) son (entre otras cosas) actrices, influencers, creadoras de contenido, esposas y madres de Milo (1). Con presencia en YouTube, Instagram, Twitch, Spotify, TikTok y X suman cientos de miles de seguidores que conforman, según ellas, la “familia closetera”.

Esa denominación responde a “Cómo salir del closet”, nombre original del canal de YouTube que años atrás creó la pareja y que actualmente se llama “Valen y Sofi”. Allí volcaron sus propias experiencias, su historia y el modo en que enfrentaron las adversidades ligadas a los prejuicios sobre la diversidad sexual.

“Nadie debería estar escondiendo nada de lo que siente, así como nadie debería cuestionar la vida ajena. Para nosotras el amor siempre fue amor, y es un derecho universal”, aseguran ambas a Clarín, en el marco del Día de la Visibilidad Lésbica, que se celebra en Argentina cada 7 de marzo.

App de citas, casamiento y maternidad

Parece otra vida, pero sucedió en ésta. Sofía y Valentina se cruzaron en algunas novelas que realizaron para la televisión local, igual que lo hicieron con otros tantos trabajadores de esa industria. Hasta allí, nada especial. Tiempo después volvieron a verse en una aplicación de citas y, “match” de por medio, no se separaron más.

“Yo no soy para esconder”, le advirtió Elliot a Godfrid como para dejar todo claro desde el principio. Era la primera vez que Valentina estaba con una chica y los miedos eran muchos. Sin embargo, el amor fue más fuerte y desde ese primer encuentro decidieron que todo lo que seguía sería juntas.

La fecha de convivencia oficial, sostienen entre risas, fue a tres meses de la cita inicial, con compromiso incluido; pero la real, añaden, fue un día después de ese primer acercamiento. El casamiento, en tanto, llegó dos años después.

Todo esto se dio en un contexto de privilegios, aclaran, ya que ambas familias apoyaron por completo la relación, algo que ellas como referentes de la comunidad LGBTQ+ saben que no siempre es así. “Imaginate tener que elegir entre tu familia y ser vos y poder ser libre, eso es terrible”, reflexionaron.

Su experiencia fue tan cálida que ambas familias políticas las recibieron más allá de la etiqueta de nueras; de hecho, hoy las (y se) sienten como una hija más. “Siempre confiaron mucho en nuestro amor, en nuestra relación y en la familia que armamos”, destacó Valentina.

En 2023 se dio una suerte de revolución con la llegada de Milo, su hijo. El niño nació prematuro tras 26 semanas de gestación y pasó 70 días internado en neonatología, por lo cual la bienvenida al hogar se festejó más aun.

“Milo es un guerrero que nos enseñó lo que significa ser valiente y lo que importa de verdad. Lo admiramos y nos da lecciones todos los días. En su año pasó muchas más cosas que cualquier persona en toda su vida. Estamos súper orgullosas de nuestro hijo”, dicen sus mamás.

El tono de voz parece endulzarse cada vez más al hablar de su bebé: “Es hermoso verlo crecer y poder maternar juntas a este ser tan espectacular”, agregó Godfrid.

La llegada de Milo

Pasó un año desde la “tumultuosa” llegada de Milo, tal como ellas mismas describen. No fue fácil: a todos los requerimientos de un recién nacido se le sumaron los más de dos meses de internación, las consultas a especialistas, las corridas, los temores y los traslados a la clínica.

La vida para Valentina y Sofía "cambió un 200 mil por ciento", bromean hoy, con su hijito sano ya en casa. “Es un aprendizaje hermoso”, resalta Elliot.

Consultadas sobre el verdadero significado de la familia en toda su diversidad, afirman: “La familia es amor, es contención. No hay una familia que esté bien y otra que esté mal. Nadie tiene derecho a juzgar la elección de familia ni de amor de nadie”.

Saben que, probablemente, a lo largo de sus días su hijo se encontrará con diferentes prejuicios respecto a sus dos mamás, ya que por momentos también ellas los advierten aún hoy. Ante esto, sostuvieron: “Lo que nos gustaría es que Milo tenga las herramientas para vivir su vida orgulloso de quien es y de su familia”.

Familia closetera

Sofía y Valentina comenzaron a crear contenidos alrededor de “la salida del closet” en 2016. “Las dos somos actrices y no queríamos esperar a un productor que nos llame. Entonces dijimos: 'armemos un espacio'”. Y así fue: hoy su canal de YouTube tiene más de 60 millones de vistas.

Elliot tuvo la idea de desembarcar en esa plataforma con el fin de ayudar a aquellos y aquellas que estuviesen pasando por ese desembarco hacia la libertad. “Si le hacemos la vida más simple a una persona, todo el trabajo va a valer la pena”, pensaron.

Incluso en la actualidad “hay un montón de lugares donde las personas todavía sufren muchísimo y viven la vida a escondidas por no poder decir a quién aman”, enfatizaron. Por eso uno de sus objetivos en las múltiples plataformas de las que son parte fue dar vida a una comunidad donde la ayuda, la solidaridad, el respeto y la empatía sean protagonistas.

El vínculo que establecieron con esos seguidores (“nuestra familia elegida, nuestra familia de redes”, dicen ellas) fue tan potente que hoy incluso no imaginan cómo hubiese sido este último año sin la presencia de todos ellos.

“Estuvieron ayudándonos en absolutamente todo. No sé cómo hubiéramos hecho sin toda la ayuda que nos dio nuestra comunidad”, menciona Sofía. Se refiere a las numerosas formas que existen para acercarse a un otro cuando éste más lo necesita. En este caso, en el marco del seguimiento que necesitó Milo debido a su prematurez, desde las redes colaboraron de varios modos.

La recomendación de especialistas no paraban de llegar a traves de comentarios o mensajes privados; también se organizaron para que los clics se multiplicasen y las actrices pudiesen seguir generando ingresos con los contenidos publicados, ya que realizar nuevos contenidos no fue sencillo durante esos tiempos; les mandaron comida al hospital mientras su bebé estaba internado; y muchas palabras de aliento, amor y el deseo de la pronta recuperación que, finalmente, llegó.

El intercambio que logaron desde el nacimiento de Milo va mucho más allá de cualquier like: “Fue maravilloso, estamos tan agradecidas. Jamás en nuestra vida vamos a poder devolverles todo lo que hicieron. Nos ayudaron en absolutamente todo”, concluyeron.