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      Cosecha de volumen, pero con márgenes ajustados y horizonte nublado

      • El precio de los granos y las retenciones ponen en jaque a las cuentas rurales.
      • Afirman que la reducción de aranceles a la importación "agregan ruido y no generan un céntimo de mejora real en los precios reales".

      Cosecha de volumen, pero con márgenes ajustados y horizonte nubladoTrigo en el horizonte. Los productores planifican la siembra en un escenario económico complejo, con márgenes ajustados. REUTERS/Agustin Marcarian

      La cosecha de soja va atrasada pero avanza con buenos rindes, y el maíz sufre el impacto de la chicharrita, aunque por ahora en niveles no catastróficos (salvo casos en áreas norteñas). El problema no es de volumen, como el año pasado determinado por la sequía, sino de ecuación económica.

      “Los resultados nulos o negativos se generalizan, los márgenes netos en campo arrendado promedio país, los encontramos en -270 u$s/ha para maíz y en +10 u$s/t para soja, siendo las rentabilidades de -26% y +1% respectivamente, considerando el dólar exportador vigente”, planteó esta semana un informe de situación de la consultora Globaltecnos, en línea con lo que vienen advirtiendo productores y asesores técnicos de todas las zonas productivas.

      En ese contexto, advierten que “la cadena de pagos ya empieza a sentir ciertas dificultades, el sector agrícola se enfrenta la segunda campaña consecutiva de resultados negativos, la campaña pasada fue la peor de la historia argentina en términos productivos, con pérdidas generalizadas para todos los planteos y regiones productivas”.

      Vislumbran que “con los precios internacionales de los granos en el rango de los mínimos, que luego de los derechos de exportación son aún peores en Argentina, precios elevados de los insumos, sumado a un desafiante contexto económico y político, genera un combo sin alternativas a la vista, poniendo en jaque el futuro de las empresas agropecuarias y de todos los actores de la cadena agrícola argentina”.

      Uno de los síntomas de ese escenario es la “cautelosa” intención de siembra que se proyecta para los cultivos de invierno. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que “en la región central del país se sembrará un 5% menos de trigo que el año pasado”, un ciclo de poco entusiasmo por la falta de agua y el contexto país. Pero ahora la perspectiva empeoró. “En algunos lugares la merma llega al 30%, mientras que en otros hay un repunte del 20%”.

      En el sudoeste bonaerense alertan que “los números agrícolas no cierran”. Fabricio Lazzarini, ingeniero agrónomo y pequeño productor en la región, explicó que allí los agricultores están preocupados por los altos costos y los bajos precios internacionales, que hace resonar más fuerte el impacto de los derechos de exportación (DEX).

      Productores de diversa escala, procedencia e ideología coinciden en que es oportuno revisar la política sobre retenciones. “Considerando los precios futuros de los granos, los costos actuales y una producción media, la próxima campaña será, a priori, la tercera consecutiva sin resultados positivos para el productor” señaló Globatecnos. Y reflejó: “Pasan los días, y los meses, y no aparecen las medidas esperadas por los productores, cómo reducción de la presión impositiva y tipo de cambio único”.

      Cotizaciones históricas de maíz, soja y trigo.Cotizaciones históricas de maíz, soja y trigo.

      El panorama presagia que “la Argentina cultivará más soja en la siguiente campaña. Podrá estar contento algún funcionario, porque en el corto plazo le dará mayor recaudación por retenciones, pero a la larga lo sufrirá todo el país. No es bueno para nadie romper la rotación actual de gramíneas y leguminosas y exponer a toda la cadena a mayor riesgo concentrando todo el negocio prácticamente en un solo cultivo”.

      Más allá de la positiva apertura de exportaciones, la principal medida de política agropecuaria del gobierno libertario de Javier Milei es el anuncio (aún no efectivizado) del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre una baja de aranceles a la importación de tres herbicidas: atrazina, glifosato y 2,4D.

      “El sector productivo celebra todo tipo de reducción de impuestos, este tipo de medidas no hace más que agregar ruido a un complejo entramado de relaciones comerciales que terminan afectando toda la cadena y no generan un céntimo de mejora real en los precios reales de la economía”, advirtió Globaltecnos.

      Y referentes de esa cadena de suministro reforzaron esa visión. Jorge de Zavaleta, director Ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica, dijo que “la medida de reducción de aranceles pone en situación muy comprometida a los formuladores locales frente a las importaciones de producto terminado, en un contexto en el cual el impacto de los agroquímicos es menor al 5% de todos los costos del proceso de producción de granos”.

      Y Armando Allinghi, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA) subrayó que “el impacto en los costos sería entre el 1 y 1,5 % dependiendo del paquete tecnológico que decida aplicar el productor para los principales cultivos que utilizan estos productos”.

      Consideró que “la competitividad de este sector industrial se ve condicionada por un escenario país con temas laborales sindicales, problemas de financiamiento, de pago a proveedores, impuestos, tasas, políticas de reintegro a las exportaciones de países proveedores, etcétera, que hacen que con la quita de aranceles nos ponen a competir en desigualdad de condiciones”.

      Allinghi describió que “la Argentina desarrolló la industria de fitosanitarios y tiene una capacidad de síntesis y de formulación local que permite abastecer aproximadamente el 80% de los productos utilizados en el país. Además, elabora productos para exportación”.

      Y advirtió que “la posibilidad de elaboración local tanto de síntesis como de formulación se vería seriamente afectadas dado que el formulado producto listo para ser utilizado tendría prácticamente el mismo arancel que el grado técnico, es decir el activo que se sintetiza o que se formula en el país. Debería haber una brecha entre ambos que permita mantener la actividad productiva”.

      Por ello cree necesario un “trabajo conjunto entre el sector privado y público para para que las decisiones político-económicas tengan el mejor rédito para el país”.

      Los analistas de Globatecnos ponderaron que “a más de 120 días de la asunción del nuevo gobierno, se destacan entre las medidas de impacto directo en el agro: en lo económico, corrección del tipo de cambio oficial, impuesto PAIS del 17,5% para importaciones de mercaderías, dólar exportador 80/20 y liberación de los precios; en lo regulatorio, apertura total de las exportaciones, eliminación de las SIRAs, derogación o modificación de leyes (tierras, abastecimiento, fuego, sociedades), cambios en el código civil y comercial, etc. Además, se está discutiendo (por segunda vez) en el Congreso la ley Bases con cientos de reformas económicas, impositivas, energéticas, penales y electorales, para ser tratadas por diputados y senadores”.

      Pero sobre la baja de aranceles plantearon que de implementarse sería “un analgésico, que no hace más que desalentar las expectativas, generar más incertidumbre y retraer las inversiones futuras”.

      Puntualizaron que el precio del glifosato bajó un 30% desde noviembre-diciembre del año pasado “no por los anuncios de la baja de aranceles, sino por un menor precio internacional del principio activo y una normalización del flujo de dólares para los importadores”. Y plantearon que “podría caer más si no fuera por la incidencia en el costo del impuesto PAIS”, desafiando una política económica que se sostiene desde el gobierno anterior.

      El análisis de Globaltecnos concluye que “las esperadas medidas para el sector agropecuario sobre la política económica del nuevo gobierno, son por ahora insuficientes. Y dimensionaron “el impacto de los realmente significante: si se redujeran los derechos de exportación a la mitad en soja y se eliminaran al resto de los granos, el resultado promedio de los cultivos del ejemplo pasaría de 1 a 179 US$/ha, y de una renta nula a una del 28,5%, niveles de resultados que posibilitarían encarar una nueva campaña asumiendo los riesgos y desafíos propios del negocio”.

      Resultados económicos proyectados para la campaña agrícola 2024/2025.Resultados económicos proyectados para la campaña agrícola 2024/2025.

      Pesa sobre el sector una altísima presión tributaria desde hace más de 20 años, así y todo, el sector agropecuario va para adelante. Hasta el propio presidente Javier Milei lo manifestó en Expoagro el mes pasado “es un milagro que sigan produciendo”.

      Entonces, cómo se explica que se siga produciendo. En Globaltecnos dicen que “no hay ningún milagro ni fuerzas del cielo que lo hagan posible” y que “la respuesta es un conjunto de hechos y acciones, que dependiendo de cada empresa tendrán su preponderancia. Entre las más importantes se pueden enumerar a: endeudamiento en pesos a tasas negativas, comerse el capital propio (stock de granos de campañas anteriores, ahorros, etc), endeudarse (refinanciar deudas y/o contraer nuevos compromisos), postergar inversiones (maquinarias, vehículos, instalaciones, etc), sumar inversores y/o socios a riesgo con capital de otros sectores, negociar los valores de arrendamiento (la gran interrogante para la próxima campaña), entre las más importantes”.

      Ese combo “atenta contra la incorporación de tecnología, de aumentar los rendimientos, de potenciar un buen ambiente de negocios, y principalmente, con no darle la posibilidad que el agro exprese todo su potencial”.


      Sobre la firma

      Mauricio Bártoli
      Mauricio Bártoli

      Editor de la sección Rural mbartoli@clarin.com

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