Noticias hoy
    En vivo

      La nieta del ex dictador Agustín Lanusse cuenta en un libro secretos familiares y su historia de superación

      • Es Lola Lanusse, que publicó el libro autobiográfico "Volver a la montaña".
      • Allí narra cómo se recuperó de un tumor y que fue víctima de abuso familiar.
      • Luego del sufrimiento pudo volver a su pasión en San Martín de los Andes.

      La nieta del ex dictador Agustín Lanusse cuenta en un libro secretos familiares y su historia de superaciónLola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      “El primer domicilio legal de Carolina Inés Lanusse fue la Quinta de Olivos, cuando su abuelo, el teniente general Alejandro Agustín Lanusse, ejerció la presidencia de la República Argentina entre 1971 y 1973”, se puede leer en las primeras páginas del libro Volver a la montaña, una historia de superación. En esas hojas está el corazón y la memoria de “Lola”, quien cuenta los secretos de su historia familiar, el hallazgo de un tumor, la resiliencia para aprender todo de cero, y cómo su conexión con la montaña marcó todas las etapas de su vida.

      Para ella la montaña es su templo, el lugar del que nunca se va. Pero nació bien lejos, en los años 70, en el seno de una familia en donde no tuvo una infancia fácil: según cuenta en el libro, sufrió abusos sexuales por parte de su padre. A algunos episodios los recuerda, a otros los bloqueó.

      A sus 10 años uno de ellos la marcó, porque tuvo que compartir la cama de un hotel con su papá luego de un accidente de tránsito en el sur. “Sé que pasó eso, y mi hermano estaba durmiendo en la cama de al lado”, relata en el libro. A los 16 le puso un alto a los abusos y pudo contarle a su madre lo que ocurría, pero la respuesta no fue la esperada.

      Luego de eso, se fue de su casa. Se aferró, entre otras cosas, a su amor por el esquí, y se convirtió en instructora: trabajó en Andorra y Valle Nevado (Chile). A los 19 fue a visitar a su familia y se encontró con mucha violencia.

      Intervino la Justicia y Lola tuvo que explicar ante un juez el comportamiento de su padre, con miedo de que una declaración formal lo perjudicara. “Elegí el camino del perdón y no de la denuncia, la sanación es para todos”, reflexiona en diálogo con Clarín. La angustia era tan grande que se lo contó a su abuelo, que decidió organizar un careo entre su nieta y su hijo. Ël negó todo. Como resultado, ni el ex dictador ni su esposa validaron el testimonio de la víctima ni la apoyaron.

      Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      “Mi abuelo parecía impenetrable, por esa coraza que tenía. Creo que no supo cómo demostrar cariño. Sin embargo, lo sentía. Era torpe en sus demostraciones, pero te lo hacía sentir con otro tipo de actitudes”, diría años después sobre Alejandro Agustín Lanusse, expresidente de facto que gobernó entre 1971 y 1973 y que mantuvo una enemistad con Perón durante casi un cuarto de siglo. Hasta algunos recordarán la frase: “En mi fuero íntimo, diré que a Perón no le da el cuero para volver”.

      Lola y su madre abandonaron el hogar, el padre se quedó solo. “Literalmente nos escapamos”, cuenta en aquellas hojas. Si bien las dos sufrieron, el vínculo estaba roto. Lola siguió trabajando en Chile de lo que amaba, la madre se divorció, el padre rehízo su vida y nunca más tuvo contacto con Lola.

      En 2001 tuvo a su hijo, Nicolás, y decidió dejar de viajar por el mundo para asentarse definitivamente en la ciudad de su infancia: San Martín de los Andes. Quería darle al chico una vida entre montañas y nieve, con el deporte como núcleo central.

      Nunca había sido instructora de esquí en Chapelco, y era irónico porque había sido el primer lugar en el que esquió a los 4 años. En ese retorno a su templo conoció a Jorge, su compañero de vida, apoyo clave en lo que ocurriría en 2016.

      Ese año, Nicolás tuvo una caída jugando y Lola lo llevó al traumatólogo: “Me pidieron una resonancia de las cervicales porque estaba con mucho dolor y las tenía como rectificadas. Dios quiso que me enterara lo que había. En la resonancia apareció mi amigo el tumor, porque siempre lo tomé como un amigo, nunca como algo malo”.

      Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      Su dolor de cervicales tenía un origen lejano, cuando con 18 sufrió una caída mientras esquiaba en Las Leñas, Mendoza. La lesión fue en la quinta cervical, aunque en ese momento nada podía indicar lo que pasaría 26 años más tarde.

      Lo que se vio en esa resonancia se llamaba ependimoma pulmonar, una multiplicación de células que se origina en el cerebro o la médula espinal, y que forman una masa que se denomina tumor.

      “Cuando me lo dijeron lo tomé como un regalo que me hacía mi alma para poder tocar fondo, conocer mis oscuridades, mis sombras y salir de ahí. Estaba la posibilidad de no sobrevivir a la cirugía. Me la hicieron en el Fleni, en Buenos Aires. Era gravísima. Estaba la chance de llevarme a Francia, pero elegí quedarme en Argentina porque mi hijo tenía 14 y no sabían qué iba a pasar conmigo”, recuerda Lola.

      El panorama previo a la operación no era bueno: existía la posibilidad de que quedara cuadripléjica. Contra cualquier adversidad salió de esa cirugía, pero sin sentir el cuerpo. Retornó al sur y tuvo que aprender todo de cero.

      “Atarme el pelo, peinarme, bañarme, escribir, caminar, comer, tomar mate, lavarme los dientes. Todo lo motriz. Estaba en silla de ruedas, no podía moverme. Necesité la asistencia de personas y de mi enfermero favorito, Jorge, que pudiendo haberme puesto en una clínica de lujo eligió quedarse a mi lado y cuidarme todas las noches”, cuenta.

      Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      Su casa se adaptó para ella con una silla eléctrica en la escalera. Hasta le pusieron una goma espuma al cepillo porque no tenía motricidad fina y no podía cerrar bien las manos.

      “Todavía tengo insensibilidad en algunos dedos de las manos y del ombligo para abajo, pero recuperé completamente la motricidad. Y fue un proceso muy largo. Y la motivación era volver a esquiar con mi hijo. Le enseñé cuando tenía un año y diez meses. El esquí es mi vida entera”, sostiene.

      Y rememora la primera vez que volvió a la montaña para esquiar, en plena sanación: “A mí me operaron el 11 de mayo de 2016 y el 20 de agosto de 2016 me llevaron Jorge y unas amigas profesoras de esquí en la silla de ruedas, me sentaron en otra silla de esquí adaptado y ahí volví a la montaña, volví a la nieve, volví a tener la sensación de deslizarme montaña abajo en mi tan amada nieve y mi tan amado Chapelco”.

      Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      Mucha gente le sugirió a lo largo de aquellos meses tan duros escribir su historia, porque podía convertirse en testimonio válido para otros que estuvieran atravesando alguna enfermedad o situación difícil.

      De a poco, comenzó a gestarse la idea del blog. “Había pasado la pandemia, tan nefasta para tantas personas, entonces dije 'es el momento'”, y así se lanzó a la aventura del libro con la ayuda de dos amigas. A través de una de ellas conoció al periodista Luis Laffargue, con quien escribió la historia.

      Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.Lola Lanusse sobrevivió a un ependimoma pulmonar, volvió a esquiar, y en su libro trata de exorcizar los fantasmas del abuso que denunció.

      “Con Luis hicimos click desde el día uno, tuvimos mucha empatía y afinidad. Él captó mi persona y pudo reflejar en palabras todo lo que yo fui contando. Fue un año muy lindo, de muchas entrevistas, vino a casa, conoció mi hábitat y yo también viajé a Buenos Aires. Así nació el libro Volver a la montaña, una historia de superación”, cuenta.

      En la presentación de Volver a la montaña, Lola y Luis dialogaron en Dain Usina Cultural con la periodista Sandra Borghi para contar el trabajo de esta creación íntima.

      “El mensaje del libro es compartir la experiencia que viví de la manera que mejor me salió. No es para dar consejos porque no soy capaz de hacerlo y no me corresponde. Pero si a alguien le resuena y tiene ganas de salir de la cama porque está deprimido y mirar la luz del sol, yo me voy a sentir infinitamente agradecida. A la montaña vuelvo todo el tiempo, físicamente, mentalmente y con el corazón porque vivo en ella, la respiro, la veo, la admiro”, concluye.


      Sobre la firma

      Malena Nazareth Martos
      Malena Nazareth Martos

      Lic. en Comunicación Periodística en Universidad Católica Argentina (UCA). Sección Sociedad. mmartos@clarin.com

      Bio completa

      Tags relacionados